Soras; El expreso de la muerte
En 1984, una columna de Sendero Luminoso, con falsos uniformes de policías, interceptó un bus en medio de su ruta y asesinó a sus pasajeros. En seguida recorrió varias comunidades de campesinos, a quienes iba aniquilando a disparos, pedradas, golpes de hacha. El último paradero fue Soras, un pueblo donde los lugareños se resistían a su prédica violentista. La masacre era un escarmiento. “La sangre estaba como agua”, recordaría un campesino. En un solo día fueron aniquiladas más de cien personas, considerado por la Comisión de la Verdad como la mayor matanza registrada en Ayacucho a manos del grupo terrorista.
La Comisión de Derechos Humanos (Comisedh) probó que esa operación subversiva estuvo a cargo de Víctor Quispe Palomino, lider terrorista que luego se refugiaría en un valle con una columna armada vinculada al narcotrafico, hasta la actualidad.
Más de 27 años después, los cuerpos de 17 víctimas, tras pasar por un largo proceso judicial de exhumación, análisis forense. Fueron restituidos a sus familiares para luego volver a Soras, donde fueron finalmente sepultados.